(Quito, Ecuador, 2001)
Durante mucho tiempo, mantuvo un vínculo con diversas ramas del arte, explorando y experimentando con diferentes expresiones creativas. Sin embargo, fue hace aproximadamente cinco años que tomó la decisión de enfocarse y dedicarse a la poesía. Mientras se maravillaba de diferentes paisajes que le preparó la vida se dejaba cautivar por el sentir de las personas y de su propio ser. Estas experiencias vivas y el anhelo de capturar los destellos que venían a su mente lo llevaron a explorar la poesía como una forma de expresión y autodescubrimiento.
Aunque también es un estudiante apasionado por la arquitectura, encontró en la poesía su “cabaña del árbol” y una manera de conectarse con su mundo interior. Cada verso nos invita a un viaje de introspección y conexión emocional. Descubrió que la poesía no solo le permitía explorar su propia identidad, sino también conectar con otros en un nivel más profundo y significativo.